Un oculista te diría que caben dos deficiencias de la visión además de la miopía: la presbicia( vista cansada) y la hipermetropía(ver de lejos pero no de cerca). Los directivos somos empresarialmente miopes cuando no vemos más allá de nuestras narices, cuando tenemos cortedad de miras, cuando no nos marcamos metas, objetivos retadores y realistas, que son el primer principio de eficacia para dirigir un equipo. Cuando solo pensamos en el día a día. Y eso puede ser grave, porque los miembros del equipo se pierden, no saben a dónde van.
Somos empresarialmente présbitos cuando nos resistimos al cambio y nos aferramos a lo conocido. Cuando no avanzamos ni hacemos avanzar por temor al riesgo. Y también solemos ser mentalmente présbitos cuando pasamos por alto las posibilidades que tenemos delante. Cuando son los vemos sueños de futuro si en relación con el presente, cuando empezamos la casa por el tejado. Las visiones sin acciones son solo alucinaciones.
Y somos empresarialmente hipermétropes cuando no sabemos trazar el recorrido hacia el horizonte deseado. Cuando no fijamos las etapas hacia la meta que deseamos alcanzar.
La visión es, los cimientos del futuro. Si uno no dedica tiempo a generar confianza en el proyecto de futuro, en crear una visión que sea compartida, puede correr mucho en una dirección que tal vez no sea acertada del todo
Del libro: Sensación de fluidez
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.