Los monjes que controlaban el trabajo de Da Vinci en su famosa obra La Última Cena explicaban constantemente que durante largos periodos Da Vinci no hacía “nada”, lo que demoraba la entrega de la obra. Ignoraban los monjes, como ignoran muchos directivos, que es en este tiempo de “no hacer nada” , donde surge la genialidad. Esto es lo que diferencia una copia de una obra extraordinaria.

Del libro: Piensa como un genio