Pensando en equipo directivo

Autor: Jon Angulo (Página 4 de 35)

EL SÉNECA 157

Con la responsabilidad gestionamos lo que depende de nosotros, la persecución de objetivos que nos hemos marcado.

Con la capacidad de aguante gestionamos lo que no depende de nosotros, es decir, la adversidad.

Del libro: Todo se puede entrenar

TALENTO

Talento es la capacidad de desarrollar una aprendizaje. Cuanta más capacidad tiene uno de aprender una disciplina, mayor talento tiene. El que tiene talento encuentra el camino que conduce a sus objetivos. El que tiene talento es el que se da más oportunidades. El que tiene talento es, sobre todo y lo repito, el que tiene mas capacidad de aprender y tiene su propio límite alejado.

Del libro: Todo se puede entrenar

LA FELICIDAD DE TU GENTE

Nuestros genes determinan nuestra felicidad en un 50%. Por otro lado, el 10% está determinada por las circunstancias que te rodean. Y el 40% restante está desencadenado por las actividades que hacemos a diario.

¿Qué significa esto para nuestras empresas? Tenemos la posibilidad de influir hasta en un 50% en la felicidad de las personas de nuestra organización. Para eso hay que trabajar en las circunstancias que rodeas a nuestros empleados y las actividades que hacer en su día a día.

Del libro: Happy employee experience

LAS REUNIONES SON TÓXICAS

La peor modalidad de interrupción son las reuniones. Estas son las razones:

• Suelen centrarse en palabras y conceptos abstractos, no en cosas reales.
• Suelen transmitir una cantidad infinitamente pequeña de información por minuto.
• Suelen salirse del tema con enorme frecuencia.
• Exigen una preparación para la cual la mayoría de la gente no tiene tiempo.
• Suelen tener un temario tan vago que casi nadie sabe el objetivo.
• Suelen incorporar al pesado de turno que se encarga de hacer perder el tiempo a los demás sin ningún sentido.
• Las reuniones se reproducen. Una reunión lleva a otra, que a su vez lleva a otra…


Otra desgracia añadida es que las reuniones se planifican como si fueran un programa de televisión. Te reservas entre media hora o una hora porque es así como las agendas informatizadas funcionan (no verás a nadie que planifique una reunión de siete minutos en el Outlook). Mala suerte.
Si en realidad con siete minutos se puede alcanzar el objetivo de la reunión, ese sería el tiempo que se debería emplear. No conviertas siete minutos en treinta.
Si lo piensas, el coste real de una reunión es enorme. Pongamos que has planificado una reunión de una hora con diez personas. Esto en realidad significa una reunión de diez horas, no de una. Estás intercambiando diez horas productivas por una hora de reunión. Y además el coste real total se aproximará a las quince horas, si tomamos en consideración costes de cambiar de registro mental que representa delo que uno está haciendo, desplazarte a otro lugar para la reunión y volver a retomar lo que se había dejado antes.
¿Puede resultar aceptable en alguna ocasión intercambiar diez o quince horas productivas por una reunión de una hora? Quizás en alguna ocasión lo sea. Pero es un precio muy alto para pagar. Si se valoran desde un puro análisis de costes, las reuniones de este tipo se convierten en un pasivo, no en un activo. Piensa en el tiempo que estás perdiendo realmente y pregúntate si vale la pena.

Si al final decides que es absolutamente necesario convocar una reunión intenta que ese tiempo sea lo más productivo posible siguiendo estas normas:

• Marca un tiempo límite. Cuando se acabe, la reunión se disuelve. Punto final.
• Convoca al menor número de personas posible.
• Ten un orden del día claro.
• Abre la reunión con un problema específico.
• Convoca la reunión en el lugar del problema, no en la sala de reuniones. Menciona temas reales y propón cambios reales.
• Concluye con una solución y determina un responsable de la misma.

Del libro: Reinicia

IMITAR

Si lo que quieres es lanzar el «nuevo iPod» o el «sustituto de Pokemon», entonces estás muerto. Estás dejando que sea tu competencia quien determine los parámetros. No serás nunca más Apple que Apple. Ellos definen las reglas del juego. No podrás nunca ganar al que pone las reglas. Tienes que redefinir el juego, y no limitarte a hacer algo un poquito mejor.
No te cuestiones si estás «ganando» a Apple (o a quien sea el grande en tu sector). Ésta es una pregunta equivocada. No se trata de una batalla de pierdo o gano. Sus costes y sus beneficios son suyos. Y los tuyos son tuyos.
¿Si lo que haces es ser como todos los demás, para qué te has metido en esto? Si te limitas a imitar a tus competidores, tu existencia no tiene sentido. Incluso si al final acabas perdiendo, es mejor caer luchando por lo que crees que limitarse a copiar a los demás.

Del libro: Reinicia

EL SÉNECA 156

PRESCINDE DEL MUNDO REAL

«Eso jamás funcionaría en el mundo real.» Esto es lo que te contestan siempre cuando le planteas a alguien una idea novedosa.
Ese mundo real parece un sitio muy deprimente para vivir. Es un lugar en el que cualquier idea nueva, cualquier enfoque novedoso o cualquier concepto ajeno siempre tiene las de perder.
Sólo tiene éxito lo que la gente ya conoce o hace, incluso si es ineficaz o presenta fallos.
Si rascas un poco descubrirás que los habitantes del «mundo real» son unos pesimistas. Esperan que los conceptos nuevos fracasen. Están convencidos de que la sociedad no está preparada ni es capaz de transformarse.
Y lo que es peor, quieren llevarnos a todos a su tumba. Si eres una persona optimista y ambiciosa intentarán convencerte de que tus ideas son imposibles. Dirán que estás perdiendo el tiempo.
No les hagas caso.
Ese mundo quizá sea real para ellos, pero tú no tienes por qué vivir en él.
Nosotros lo sabemos porque nuestra empresa suspende el examen de ese mundo real en todos los aspectos. En el mundo real no se puede tener más de una docena de empleados repartidos en ocho ciudades diferentes en dos continentes distintos. En el mundo real no se pueden conseguir millones de clientes sin contar con un solo vendedor o sin hacer publicidad. En el mundo real no puedes compartir con los demás tu receta para el éxito. Pero nosotros hemos hecho todas esas cosas y a pesar de todo hemos prosperado.
Ese mundo real no es un lugar, es una excusa. Es una justificación para no intentarlo. No tiene nada que ver contigo.

Del libro: Reinicia

HACER MUESTRAS GRATIS

LOS VENDEDORES DE DROGAS SÍ QUE SABEN

Los traficantes de drogas suelen ser unos astutos hombres de negocios. Saben que su producto es tan bueno que están dispuestos a ofrecer una pequeña cantidad gratis. No dudan de que regresarás a por más, y esta vez con dinero en las manos.
Imita a los traficantes de drogas. Consigue que tus productos sean tan buenos, tan «no te lo puedes perder» que con una prueba gratis tus clientes querrán más y estarán dispuestos a pagar.
Esto quiere decir que tendrás que ofrecer algo que la gente pueda probar. Necesitas una presentación de tu producto que sea fácil de comprender, lo cual permitirá que lo prueben por nada y sin una gran inversión de tiempo.
Las panaderías, los restaurantes y las heladerías llevan haciendo esto durante años, y con mucho éxito. Los vendedores de coches te dejan probar sus modelos antes de que los compres.
Las empresas de software están empezando a hacer lo mismo mediante periodos de prueba gratuitos o con versiones limitadas. ¿Cuántos mercados podrían aprovecharse del esquema de los traficantes de drogas?
No tengas miedo de ofrecer algo gratis, mientras dispongas de algo para vender. Ten confianza en lo que estás ofreciendo. No dudes de que la gente regresará a por más. Si no estás seguro del todo es que todavía no dispones de un producto lo suficientemente potente.

Del libro: Reinicia

YO INNOVO, TÚ INNOVAS, EL INNOVA

Las personas y organizaciones innovadoras:

  1. Están habituadas a vivir en la incomodidad
  2. Tienen siempre una actitud de punto de partida
  3. Actúan como filtro de conocimiento
  4. Más que investigadoras, son aplicadores de conocimiento
  5. Están habituadas a colaborar y relacionarse dentro de un ecosistema

Del Libro: La Actitud Innovadora

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