El relato de la innovación tiene su poética en números, ya sea de la
cuenta de explotación (¿Qué porcentaje de ingresos en la cuenta de explotación corresponde a productos y servicios que hace dos años no existían?) o en el número de usuarios que perciben más valor. En innovación, obras son amores.
Del libro: Esquivar la mediocridad
¿Innovar por innovar o innovar para hacer negocio?
En la empresa privada (y en la pública también debería ser así), todo tiene que ir reflejado en algún momento en la cuenta de resultados. Si decidimos innovar, tenemos que tener claro que queremos obtener algo de eso. Innovar para nada, no es innovar, es pasar el tiempo.
Siempre se ha dicho categóricamente que innovar, si no se traslada a resultados, no vale para nada, beuno, sí y no, a veces innovar, aunque no se traduzca en resultados, sirve de aprendizaje o palanca para futuras innovaciones, qué valor le damos a esto, ninguno?
¿Innovar para que? si no aporta nada a nadie, mejor nos ahorramos el trabajo que supone