Una de las tareas más importantes de un director es eliminar las excusas de su gente ante los fallos.
Robert Townsend
EL SENECA 61
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Pensando en equipo directivo
Una de las tareas más importantes de un director es eliminar las excusas de su gente ante los fallos.
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El fallo es parte del aprendizaje. Deberíamos fomentar una cultura en el que el fallo fuera considerado como algo posible, y una paso más hacia la adquisición de experiencia.
Al leer por primera vez esta cita lo había interpretado erróneamente, entendiendo que un jefe no puede admitir excusas ante los fallos de su gente, con lo cual no estaba de acuerdo.
Efectivamente el fallo es una palabra que culturalmente (por fortuna cada vez menos, sobre todo en el mundo del emprendizaje) tiene una connotación negativa, cuando realmente es la forma más efectiva de aprender y mejorar: “Unas veces se gana y otras se aprende”
Cuando vas teniendo mas gente al cargo ves la diferencia que supone trabajar con gente que se dedica a solucionar los problemas aunque soliciten apoyo y cuando alguien tira de excusas para justificar los trabajos no realizados. En este segundo caso tienes que coger cada una de las escusas que te da y darle la vuelta para que siguiente vez no pueda utilizar esas mismas escusas y se centre en hacer el trabajo que debe. Y que no falte la paciencia y el temple.
Debemos centrarnos en la connotación positiva de cometer fallos. El que anda, se tropieza. Es la manera de ir avanzando y cogiendo experiencia, pero siempre aprendiendo de ellos para que no vuelvan a ocurrir.
Cada error es un ganancia porque es un aprendizaje. Hay que caerse y levantarse para aprender. Hay que transmitir esa idea a nuestros equipos, para que no tengan miedo a equivocarse, a fallar,….que lo intenten, que prueben, que arriesguen,….que aprendan.
Creo que lo que hay que tratar es entender por qué está buscando una excusa para no haber hecho lo que tenía que haber hecho, de buscar la razón verdadera, pues la excusa es a menudo una tapadera del motivo real:
– ¿No sabe?
– ¿No puede?
– ¿No quiere?
Hay que ayudar a tu equipo en todo lo posible. Hay que formarles lo máximo posible, hay que motivarles, hay que darles feedback (positivo y negativo), hay que darles confianza, responsabilidades… Haciendo esto tendremos personas comprometidas que no buscarán excusas para cumplir la tarea.