Jeff Bezos, el fundador de Amazon, plantea que lo habitual es preguntarse cuáles son los cambios que van a suceder en los próximos diez años, pero nos advierte que también es muy interesante preguntarse qué cosas no cambiarán en los próximos diez años. En su caso está convencido de que los clientes querrán escoger entre muchos productos y entregas muy rápidas. Dice Bezos que no se imagina que un día un cliente le diga: «Oye, Jeff, me gusta Amazon, pero desearía que subieras un poco los precios» o «Me gusta Amazon, pero
¿podríais entregar los pedidos un poco más despacio?».
Bezos tiene razón. Hay que pensar también en lo que no cambiará.

Si uno quiere pensar en lo que no cambiará en los próximos diez años, lo primero que debe hacer es pensar en sus clientes. ¿En qué y cómo cambiarán los clientes?¿Cómo lo harán en relación con lo que vendemos y ¿Cómo lo harán en general, en su forma de relacionarse con el mundo?

La empresas que saben acompañar a sus clientes en sus cambios sobreviven. Las empresas que no entienden con anticipación cómo se transforman las vidas de sus clientes desaparecen.

Xavier Marcet