Mi padre solía decir: no levantes tu voz, mejora tu argumento. DESMOND TUTU
EL SENECA 18
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Pensando en equipo directivo
Mi padre solía decir: no levantes tu voz, mejora tu argumento. DESMOND TUTU
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Tema por Anders Noren — Arriba ↑
Tu puesto te da poder, pero no autoridad. La autoridad se gana. No es necesario usar el poder para convencer. Se debe usar cuando se han agotado todas las vias anteriores. Es infinitamente mejor convencer por el razonamiento y la explicación de los por qué’s, que por el uso de poder. El poder fomenta el rechazo, el argumento la participación. Esfuérzate en explicar nitidamente tu opinión y visión de las cosas.
Hay que ser capaz de convencer a la gente con argumentos y con nuestra capacidad de comunicacion. Y no caer en el error gritar o agredir con palabras. El caso mas dificil desde mi punto de vista es con los niños(el nivel de desarrollo de su cerebro lo dificulta), los padres tenemos la opcion de gritarles, o explicarles y hacerles razonar. Nosotros elegimos el como en cada situacion.
No hace falta levantar la voz ni perder las formas para convencer: más bien al contrario, eso te hace perder autoridad.
Antes que cualquier otra cosa, si no convences de algo a alguien, debes tratar de buscar una forma distinta de comunicárselo, buscando nuevos argumentos, escuchando las pegas del otro, asegurándote que entiende lo que le estás diciendo, etc…
Pero si después de todo no has conseguido convencer, ni siquiera para dar un golpe de autoridad hay que levantar la voz.
El que grita más es el que tiene la razón?? Evidentemente no. Una idea se defiende razonándola, exponiendo lo positivo que tiene, lo que puede aportar, evaluando lo favorable y lo potencialmente menos favorable. Argumentando. Nunca hay que convencer imponiendo la fuerza. Qué aportaría?? Que vendría otro con más fuerza que tú para convencerte a ti…
Muchas veces parece que gritando nos van a oír mejor y que de esa manera vamos a tener, aún más, la razón. Lo único que conseguimos es el efecto contrario, hasta el punto de llegar a provocar cierto rechazo involuntario.
Lo que realmente debemos hacer es guardar un mínimo de coherencia y solidez en nuestro argumento. Es básico la escucha activa, empatía y la paciencia para conectar con la otra persona.
Cuando hablamos, se trata de comunicar y, en ningún caso, de gritar.
Conozco pocas reuniones, por no decir ninguna, donde por el hecho de haber subido unos decibelios el tono del debate se haya acabado adoptando una solución consensuada. Más aún, conozco casos verdaderamente escalofriantes donde sólo por la falta de respeto en las formas dos personas hablando de lo mismo eran incapaces de ver que en el fondo estaban de acuerdo. No veo ningún otro beneficio al hecho de levantar la voz que no sea para para transmitir un estímulo positivo (ejemplo del capitán de un equipo al comienzo del partido). Por otro lado, considero que es la antítesis de la empatía y el más corto para la pérdida de autoridad.