Como ya he comentado antes, me gustan las analogías con el mundo del fútbol. La vida está llena de circunstancias, no todas agradables, y muchas de ellas inciertas y complejas. Me gusta pensar que la vida va a seguir regalándonos lo mismo, por lo que no se trata de evitar todas estas circunstancias, sino que va de sentirte cómodo con ellas. Va de apetecerte afrontarlas.
Son situaciones que hay que encarar porque son la vida misma. En el mundo el fútbol, insisto, va de querer el balón, si no, no te dediques al fútbol. El balón puede darte la gloria o la mayor de las decepciones. La empresa, como la vida, va de querer el balón. No va de evadirte del juego, va de pedir el balón, y entonces ganar confianza jugando ese balón, o, lo que es lo mismo, ganar confianza con las situaciones que la vida o tú mismo te pones delante. La vida empresarial va de lo mismo: afrontar situaciones difíciles para resolverlas. Cuántas
más resuelva, más confianza tendré, y entonces afrontaré el futuro con mucha más holgura.
Del libro: Enamorarse del futuro.
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