Los valores de la empresa y/o su objetivo común tienen que ser inequivocos. Tienen que repetirse una y otra vez. Tienen que ser protegidos. Tienen que formar parte de los criterios por los que se juzgue a cada persona. Tienen que incluirse en el proceso de selección. Tienen que ser centrales, estar presentes y llevarse a la practica. Nunca se pueden delegar, de la misma forma que no se pude delegar la confianza.

Cómo descubrir tus valores y alinearlos con tus metas… – OrganizateYa!