Definamos las empresas en tres tipos. La primera es la empresa “pasaba por aquí”: No tiene una visión definida y son la mayoría. La segunda es la empresa “Hice un MBA”: Tiene una visión definida, nadie la recuerda y son la mayoría de la minoría. El tercer tipo es la empresa “trascendente”: Rezuma visión por los cuatro costados y nadie siente el deber de memorizarla. En el tercer caso, la visión suele tratarse de una idea sencilla, rotunda y atractiva que cabe además en una memorable frase corta.
Las organizaciones “pasaba por aquí” no saben lo que quieren ser de mayores. La empresa “trascendente” comprende que la visión nos ayuda a superar las miserias del día a día.
No es fácil tener claro el propósito y la visión de la empresa (alineado a este). La mayoría de las empresas tienen unos carteles muy bonitos sobre este tema, que nadie ha interiorizado, ni lo hará.
Si tenemos clara la visión de la empresa, es más fácil trabajar, aportar ideas y avanzar que si no sabemos a dónde vamos. Motiva el saber hacia dónde va una empresa y lo que quiere ser en el futuro.
Poder ver el Macro la VISION de la empresa y no sólo el micro, nos ayuda a relativizar todo y mantener la motivación , ganas de seguir luchando con los problemillas del día a día.