Hay que disitinguir muy bien que decisiones son estratégicas y cuales son operativas. Un directivo debe poner el foco en las decisiones estratégicas. Es cierto que el día a día nos come, pero no por ello debemos olvidarnos de las decisiones que aportan más valor para la empresa. ANIMO.
Es el largo y el corto plazo.
Hay decisiones que afectan a uno, y decisiones que afectan al otro.
Lo bueno es saber distinguir uno y otro, es decir cuándo estamos trabajando el largo y cuándo el corto plazo, Y además deben estar compensados, es decir en determinados puestos de las empresas no se puede estar trabajando sólo el corto, se debe trabajar también el largo, y más cuanto más se acerque el puesto a labores directivas.
El corto y largo plazo ambos son importantes y necesarios para que la empresa funcione. El corto da los frutos en breve y lo estratégico a largo. Las decisiones estratégicas son mas complejas, tienen mayor complejidad y dan cierto vértigo. No tomarlas y no trabajar la parte estratégica es peor que que cualquier decisión mal tomada.
El directivo tiene que planificar y dedicar tiempo al largo plazo, decisiones estratégicas. El día a día nos come tiempo y muchas veces nos olvidamos de lo que realmente tiene valor añadido para un directivo. Es importante distinguir la parte operativa (corto plazo) de la parte estratégica ya que ambas tienen que trabajarse en paralelo.
Existe una gran diferencia entre lo que es trabajar el largo plazo y el corto plazo. Como directivos, se nos paga para trabajar en mayor medida el largo plazo. Nunca deberemos descuidar el corto, pero no debe ser nuestra función principal. El corto plazo y las decisiones operativas deben ser ejecutadas por la gente que tenemos a nuestro cargo y nosotros ejercer una labor de control. El largo plazo, las decisiones estratégicas, son las que harán crecer a la empresa año tras año. Ese es realmente nuestro trabajo.
Sin duda las actividades que debemos centrarnos como directivos, ya que son en las que aportamos valor, son las decisiones estratégicas, que son las que implican cambios significativos a largo plazo.
Hay que disitinguir muy bien que decisiones son estratégicas y cuales son operativas. Un directivo debe poner el foco en las decisiones estratégicas. Es cierto que el día a día nos come, pero no por ello debemos olvidarnos de las decisiones que aportan más valor para la empresa. ANIMO.
Es el largo y el corto plazo.
Hay decisiones que afectan a uno, y decisiones que afectan al otro.
Lo bueno es saber distinguir uno y otro, es decir cuándo estamos trabajando el largo y cuándo el corto plazo, Y además deben estar compensados, es decir en determinados puestos de las empresas no se puede estar trabajando sólo el corto, se debe trabajar también el largo, y más cuanto más se acerque el puesto a labores directivas.
El corto y largo plazo ambos son importantes y necesarios para que la empresa funcione. El corto da los frutos en breve y lo estratégico a largo. Las decisiones estratégicas son mas complejas, tienen mayor complejidad y dan cierto vértigo. No tomarlas y no trabajar la parte estratégica es peor que que cualquier decisión mal tomada.
El directivo tiene que planificar y dedicar tiempo al largo plazo, decisiones estratégicas. El día a día nos come tiempo y muchas veces nos olvidamos de lo que realmente tiene valor añadido para un directivo. Es importante distinguir la parte operativa (corto plazo) de la parte estratégica ya que ambas tienen que trabajarse en paralelo.
Existe una gran diferencia entre lo que es trabajar el largo plazo y el corto plazo. Como directivos, se nos paga para trabajar en mayor medida el largo plazo. Nunca deberemos descuidar el corto, pero no debe ser nuestra función principal. El corto plazo y las decisiones operativas deben ser ejecutadas por la gente que tenemos a nuestro cargo y nosotros ejercer una labor de control. El largo plazo, las decisiones estratégicas, son las que harán crecer a la empresa año tras año. Ese es realmente nuestro trabajo.
Sin duda las actividades que debemos centrarnos como directivos, ya que son en las que aportamos valor, son las decisiones estratégicas, que son las que implican cambios significativos a largo plazo.