Las organizaciones de éxito son capaces de desarrollar simultáneamente ambas actitudes; central igual un 80% de los esfuerzos en la explotación  y 20% en la exploración, procurando, eso sí, que los resultados de la exploración desprendan innovaciones que hagan que la explotación aumente y que, al fin y al cabo,  la empresa sea capaz de lanzar al mercado productos, servicios o estrategias competitivas y de éxito.

Del libro: Innovación