En el actual mundo empresarial, demasiados líderes se convierten en personas rutinarias. Todos los días hacen lo mismo, de la misma forma y con la misma gente. Es raro que tengan nuevas ideas, que las generen o que asuman riesgos calculados. No ejercen nunca su liderazgo fuera de una cómoda zona de seguridad, que jamás abandonan. Llega un momento en que no pueden ver las enormes oportunidades que se les presentan en esta época de rápidos cambios. Y tarde o temprano, pierden la visión por usarla, y se quedan ciegos. No dejes que esto te pase nunca. Quítate la venda y empieza a buscar nuevas oportunidades.

  • Robin Sharma, Las 8 claves del monje que vendió su Ferrari