Si no es el futuro lo que ocupa el tiempo de los altos directivos, ¿ qué es lo que lo ocupa? En dos palabras, la reestructuración y la reingeniería. Aunque la reducción de costes y la reestructuración de los procesos centrales son tareas legítimas e importantes, tienen más que ver con el apuntalamiento de los negocios actuales que con la creación de los sectores del futuro.

No sustituyen a la tarea de imaginar y de crear el futuro. Ni garantizan un éxito continuo si la empresa no regenera sus estrategias centrales. Toda empresa que tenga éxito en la reestructuración y la reingeniería, pero no cree los mercados del futuro, se encontrará como en una noria, tratando de superar los márgenes y beneficios permanentemente menguantes de los mercados del pasado.

Del libro: Management humanista