

Pensando en equipo directivo
El que quiera apostar a la parte más alta de la pirámide creativa tiene que hacer sacrificios en la vida personal.
Ninguna opción es mejor que otra, lo que sí es importante decidir es a qué se quiere jugar en la vida, sabiendo que cada alternativa tiene un precio, y cuanto más alto se apunta, más precio hay que pagar. A la hora de fijar nuestras metas sólo hay que hacerse esta pregunta: ¿Estoy o no estoy dispuesto a pagar el precio? Nuestro tenista más internacional, Rafa Nadal, después de llegar a número uno del mundo hacía estas declaraciones en un medio de comunicación: «Todavía a día de hoy me sigue pareciendo excesivo lo que mi tío Toni me exigía de pequeño». Parece que cuando uno llega al primer puesto del escalafón todo esfuerzo está justificado. A pesar de ello, el tenista de Manacor sigue diciendo que le parece excesivo lo que su tío y entrenador le exigía de pequeño, lo cual es indicativo de lo que ha sufrido por el camino para llegar donde ha llegado.
Cuando el jugador posee la firme determinación de llevar a cabo un tipo de juego concreto, juega mucho mejor, encarrila mejor el partido. En ajedrez suele decirse que es mejor tener una mala estrategia que no tener estrategia; en tenis sucede lo mismo.
No hay nada más rentable en la vida que tener claridad de ideas, porque una vez que los objetivos están bien definidos, de lo que se trata es de definir las acciones a seguir y ejecutar esas acciones ciñéndose al plan establecido. Anthony Robbins, del que ya hemos hablado, apuntaba cierta vez: «La falta de claridad más que cualquier otra cosa es la principal causa de fracaso en la vida». No puedes ganar un juego que no has definido. Lo primero de todo es tener una estrategia de salida, saber lo que queremos conseguir; segundo, definir aquellos comportamientos que nos van a llevar de dónde estamos a dónde queremos llegar a estar; y tercero, ejecutar de manera impecable esos comportamientos.
El trabajador japonés medio disfruta de unos siete días de vacación al año y el 17% de ninguno.
Del libro: Aquí no hay reglas.
El éxito de Wal-Mart guarda una proporción directa con su capacidad de planificar, supervisar y, en definitiva, ejecutar todas las fases del negocio.
El fracaso es una opción aquí. Si las cosas no están fallando, no estás innovando lo suficiente. Elon Musk
Como cuenta Covey en su libro Los siete hábitos de la gente altamente efectiva: … había un hombre en el bosque que llevaba más de cinco horas cortando un árbol con una sierra cuando es preguntado sobre lo que hace. Contrariado e impaciente, contesta que está cortando un árbol, hecho que le parece obvio, cuando la otra persona le sugiere que descanse unos minutos y afile su sierra. El talador le contesta enfáticamente: “No tengo tiempo para afilar la sierra. Estoy demasiado ocupado aserrando.
Cuando aclaramos los objetivos nuestra vida, de nuestra empresa, de nuestra familia y nos tomamos un tiempo de reflexión para afinar la sierra, llegan los resultados. Pero la realidad actual de muchos profesionales es que están demasiado ocupados aserrando y además llevan mucho tiempo haciéndolo de la misma forma y con la sierra sin filo. La sobredosis de tareas e información impiden, en muchos casos, la reflexión.
Del libro: Comprometidos con la empresa
La falta de radicalidad está corrompiendo la creatividad, queremos vender cuadros a todos, vender productos a todos, tener ideas que contenten a todos; y esto hace que haya que mediocrizar el producto o servicio.
Del libro: Think Punk
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