La agilidad de respuesta es otro gran reto. “¿Cuánto tarda en llegarnos un taxi, una pizza o un pedido realizado desde nuestro móvil? Como clientes demandamos inmediatez y si no la obtenemos, nuestra experiencia decae. Pues como empleados sucede lo mismo. No podemos intentar comprender lo que viven nuestros colaboradores preguntándoles una vez al año en una encuesta de clima”, reclama José Luis Pascual. ¿Cómo se logra esa agilidad? “Midiendo de manera continua, seguramente no todos los días, pero sí cada vez que algo relevante sucede, y dando respuestas ágiles gracias a una analítica que marque las prioridades”, indica.